Rescate de la Sala Real de Monza

Su historia

La Estación Real fue una estación de ferrocarril en Monza (Italia) construida en 1882 en la línea ferroviaria Milán-Monza y al servicio exclusivo de la Familia Real italiana. Umberto I de Saboya, un gran usuario del tren para sus viajes, hizo construir la Sala Real como estancia de recepción para los regalos de los viajeros y sus invitados.

Después de su muerte, Monza ya no era la residencia de verano de los gobernantes y, en cuanto a la Villa Real, también para la sala comenzó un período de decadencia. Se usó como almacén, como restaurante, sufrió infiltraciones de lluvia, se arruinó por la humedad, el humo, la grasa y la suciedad ... se volvió irreconocible durante muchos años. Finalmente, en 1999 comenzó el trabajo de restauración, hasta el 2001. Y es en el 2009 cuando Biodry se dispuso a instalar su dispositivo para acabar con la humedad ascendente de la estancia.

Descripción
El entorno es rectangular: mide cm. 807 x cm 965. La altura es cm. 550. La habitación cuenta con características únicas que recuerdan el esplendor de la época. Pilastras con capiteles dorados que acentúan las paredes, suelo en mosaico, chimenea de mármol, decoraciones de estuco, boiseries, pinturas eclécticas tardías y coronada con un medallón en el techo. Se trata de un fresco abovedado de estilo neo-renacentista pintado entre 1883 y 1884 por el más grande de la época, Mosè Bianchi. Su obra titulada "El genio de la Casa de Saboya", representa el escudo de armas de Saboya con una figura efímera alada que se eleva en un amplio cielo.


      
Pintura ecléctica tardia
"El genio de la Casa de Saboya"


Pintura de la pared desconchada

 La “Saletta Reale” presentaba manchas y salinización en la esquina derecha adyacente a la barra y a la escala.   


La solución
Para llevar a cabo el proceso de secado, se precisó el uso de un sistema NO agresivo para asegurar  el éxito de perlas históricas como ésta. En efecto, la instalación de un dispositivo BIODRY fue inmediata. Seis meses después de la instalación ya se veían los cambios. Biodry no solo logró eliminar las manchas de la pared sino que además,  evitó el resurgimiento de las mismas. Enseguida la sala retorno a la esencia de su época dorada. Sin duda, una estancia acogedora, que dejó atrás los olores de humedad y frío en el ambiente y que continua dando sorpresas a más de un transeúnte despistado y con prisas a no perder el tren.



Actualidad
A día de hoy, la sala se encuentra en perfectas condiciones y se ha convertido en un punto de interés para la ciudad de Monza. Se celebran periódicamente exposiciones de escultura de artistas jóvenes y maestros conocidos como: Somaini, Cavaliere, Bodini, Valentini… al mismo tiempo que se utiliza para eventos culturales como presentación de libros, lecciones de historia del arte, conciertos y proyecciones de video.