La humedad
ascendente por capilaridad es uno de los problemas más frecuentes de viviendas de
planta baja y sótano, debido a la ausencia de aislamiento entre el terreno y
los cimientos. Las moléculas de agua tienen la característica de permanecer unidas
por la fuerza de cohesión a otras moléculas de materiales diferentes, que sumado
a la porosidad de los materiales de construcción convierten a los edificios en
verdaderas esponjas absorbentes. Además, los muros húmedos por su composición
química, adquieren un potencial eléctrico que puede variar de 50/60 mV a
400/600 mV. Este factor no tan conocido, es la verdadera clave de la patología de humedad por ascensión capilar, dado que crea el flujo electroosmótico a través de los capilares de los materiales de construcción.
Esta patología
tan habitual en edificios antiguos, se ha venido extendiendo a construcciones
más modernas debido a una elección errónea del sistema constructivo, materiales
de construcción o a una mala ejecución de los mismos. A día de hoy, no es raro encontrarse cada
vez con más edificios que padecen de humedad en los muros aún siendo de
reciente construcción.



Autor: Jorge Martínez Merino. Arquitecto Técnico. Especializado en Rehabilitación, restauración y gestión del patrimonio construido y construcciones existentes.